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PSICOLOGÍA


El EGO  Y MI SER.   REFLEXIONES A MIS ALUMNOS. 


¿Cómo podemos saber que nos relacionamos desde el SER y cómo sabemos  que el EGO nos está boicoteando nuevamente en nuestro desarrollo personal? 

Cuando sentimos que nos alejamos del bienestar, de la paz y de la armonía, aspectos en los que ya hemos conectado anteriormente, entonces debemos entender que el EGO está otra vez intentando manipular, tiranizar y boicotear. Ese es el juego de nuestro EGO. 

No debemos frustrarnos por ello ya que es algo habitual, lo importante es darnos cuenta. Para los que empiezan ese camino y también los que ya llevamos tiempo en él, es importante entender que ese EGO quiere sacar el máximo provecho de todo, cosechar resultados, es su ilusión. Sin embargo, los que trabajamos en el SER confiamos más en el proceso inconsciente y en la vida con humildad que en la meta final y lo que hacemos es repensarnos transformando viejas formas de pensar en un nuevo enfoque y perspectiva  cambiando nuestra mentalidad.

En la formación que imparto, algunos alumnos me preguntan si lo están haciendo bien, les digo que sí, pero que no es fácil, esto no es dos más dos igual a cuatro, a veces se retrocede, pero eso es parte del proceso de aprendizaje y no pasa nada, se trata de  como cada uno se gestiona a sí mismo mientras se realiza el proceso y, por supuesto, lo hacen bien, se trata  de detectar cuando el EGO te está sacando de tu centro armónico, tranquilo, relajado y esperanzado y aquí es cuando algunas veces este EGO te habla a través de tus pensamientos disruptivos, repetitivos y te generan perturbación porque te los crees sin tan siquiera cuestionarlos.

Cuando se ha iniciado el camino, las exigencias del EGO ya no son materialistas como antes, ahora tienen un cariz espiritual y oímos que  nos susurra: "Debería haber encontrado mi propósito! ¿Cómo que no estoy meditando una hora a diario? ¿ Y hoy porqué no he hecho mi clase de yoga?" Este es el juego. La conciencia escucha  estos pensamientos que están impregnados de un matiz espiritual. En este momento es mejor pensar que estamos en el viaje en lugar de sentirmos frustrados. No debemos dejarnos manipular por el EGO, porque se trata de un EGO disfrazado de SER. ¿Cuál es el juego del EGO? Pues, ni más ni menos, que hacernos sentir mal, generar insatisfacción y perturbarnos. Si eso lo podemos ver claro sin dejarnos arrastrar por los pensamientos, podremos  detectarlo y centrarnos en nosotros mismos sin culpabilizarnos, porque la sabiduría no pasa por una acumulación de conocimientos y actitudes modélicas, se trata  de ser más conscientes, darnos cuenta de como actúa ese EGO castrador y acusador para alejarnos del bienestar. No seremos más felices cuando honremos nuestro propósito o talento sino cuando estemos más en línea con nuestros valores, entonces estaremos más motivados. El EGO siempre está cuestionándolo todo, sacándonos del momento presente y nos hace sufrir. Pero al ser conscientes de ello y de que nuestra mente es una fábrica de pensamientos neuróticos y perturbadores que muchas veces se disfrazan de espiritualidad,  eso es ya dar un paso de gigante  en nuestro desarrollo personal.

La pregunta es ¿desde dónde actuo? ¿desde el EGO disfrazado de espiritualidad o desde el SER? Porque muchas personas manifiestan propósito y espiritualidad pero se sienten tensionadas por dentro y no debería ser así porque el SER  es paz y bienestar. 

Así que lo mejor  es dejarnos fluir a través del SER, darnos cuenta del cambio que hemos hecho y seguiremos haciendo, porque esa transformación es un trabajo interno diario, ese camino que hemos elegido no se acaba nunca, no se trata de que he llegado a la cima y ahí me quedo, no, esto es un continuo caminar por la vida donde nos encontraremos con etapas en que estaremos  más descentrados y otras en las que estaremos mejor porque nos daremos cuenta que hemos soltado hábitos y creencias. En  algunas veremos  como lo hemos hecho bien y lo hemos incorporado  y en otras que nos hemos rendido porque somos seres imperfectos, controladores e impulsivos, sin embargo admitir eso nos hace humildes y mejores para continuar el camino. 

A mis alumnos les suelo decir que es mejor equivocarse y aprender que creer ser mejor que nadie. La humildad proporciona más felicidad que la arrogancia y la soberbia ya que éstas suelen hacer estragos en el espíritu. 
Es muy beneficioso admitir  que hay cosas que escapan a nuestro control porque hay tránsitos e historias que van más allá  de lo que somos capaces de entender. Pero siempre  nos queda ese pequeño reducto de supuesto libre albedrío de aceptación. Aceptarme tal como soy aunque sufra, aunque  no haya encontrado mi propósito y aún así estar en paz con ello.

El verdadero sabio es la persona que está conectada con el instante presente, que es lo único que existe y en paz con la realidad tal como es en este momento y desde ahí construir el siguiente instante.

DESARROLLO PERSONAL

Floren Solà. Psicóloga, logoterapeuta.

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CADA AMOR ES INCOMPARABLE. CADA REENCUENTRO ES EXCLUSIVO, CADA RELACIÓN ES ÚNICA.

                        

Hay teorías para todo, pero las teorías son solo eso, teorías, las personas somos muy complejas y cada persona, cada pareja es un mundo. Esta es la razón por la que cuando buscamos en internet o en redes explicaciones a lo que sentimos muchas veces las teorías y los estudios no reflejan totalmente nuestro sentir.

Encontraremos de todo: cómo volver con tu ex, reglas a seguir para volver con tu ella, cuando tiene sentido y cuando no lo tiene el volver con tu ex, estrategias, complicaciones de volver, pros y contras, olvidar, reemprender, continuar, volver a empezar una antigua relación, como volver a una relación pasada que no debió acabar, etc. Vamos a encontrar miles de artículos porque hay miles de situaciones y nadie nos va a poder decir lo que es mejor para nosotros, porque solo nosotras sabemos lo que queremos, lo que nos conviene y si dudamos o no lo sabemos vamos a tener que descubrirlo solas guiándonos de nuestra experiencia y sobre todo de nuestra intuición.

Y eso cómo lo vamos a poder hacer cuando nuestra vida es un caos. Pues bien, primero vamos a ordenar nuestra vida, eso sí podemos hacerlo. El segundo paso es hacer de la forma más honesta posible un repaso a nuestra historia personal incidiendo en ese periodo en el que estuvimos con esa pareja con la que pretendemos volver. El tercer paso es un análisis de nuestros sentimientos, expectativas y razonamientos, sin olvidar en qué momento estamos y está nuestra expareja, finalmente estableceremos el contacto intentando saber  la situación física, psíquica y emocional de nuestra expareja.

Hemos de tener en cuenta varias cosas que nos van a ayudar. Ser realistas, saber si es una posibilidad real o es una idea fantasiosa. Y siempre tener en cuenta qué es lo que nos separó de esa pareja. Si fue maltrato del tipo que sea, está fuera de lugar volver.

Si quedan sentimientos, volver con una expareja, puede ser una buena opción (fenómeno psicológico conocido por economía sentimental).

Una de las cosas que experimentamos los seres humanos a lo largo del camino por la vida son las rutinas y algunas no son precisamente elegidas: un trabajo monótono, una vivienda que se ha convertido en rutinaria, una ciudad que te lleva una y otra vez a los mismos planes, las mismas atracciones, los mismos lugares, unas compañías monótonas, una pareja que acaba por aburrirnos.  El paso del tiempo trae madurez pero también hastío y sensación de fracaso en muchas personas. Si a eso sumamos esos programas televisivos de telerrealidad, series y películas de ficción románticas o, al contrario, de relaciones tortuosas y además entramos en las redes sociales donde vemos no solo los perfiles de amigos sino también de nuestros ex, ya tenemos el caldo de cultivo para entrar en pensamientos bucle sobre nuestras relaciones pasadas.

A veces nos recreamos en esas exparejas y comenzamos a idealizar situaciones y también a la persona en sí. Ahí nuestra mente se vuelve perezosa en eso de volver a empezar a buscar directa o indirectamente pareja. Y, la pereza es bastante perniciosa ya que puede hacer que no escuchemos esa voz interior que nos advierte del dolor, la tristeza y el daño que nos hicieron. Y las emociones incluso las intensas como el sufrimiento o la tristeza pueden llenar vacíos que nos empujan a volver con parejas que han sido nefastas. Por tanto reconstruir o retomar una relación también puede ser  una tentación o una meta. Estadísticamente las parejas que vuelven a estar juntas y les va bien llega al 50%, así que nos la jugamos.

Veamos ahora en general, sin entrar en la idiosincrasia de cada pareja en particular, las ventajas de ir a una relación anterior frente a entrar en una relación nueva, siempre que aún existan esos sentimientos de amor que nos unieron.

En una relación ya vivida sabemos muy bien donde nos estamos metiendo. Michael McNulty, terapeuta de parejas,  dice que cada relación romántica tiene “diferencias perpetuas”. Estos son puntos de posible conflicto, como navegar en un espacio de vida compartido, el dinero, el sexo, los hijos, los amigos, la familia y otros. estas diferencias perpetuas representan el 69 % de los problemas que enfrentan la mayoría de las parejas en una relación. Por eso que algunas personas puedan querer volver a estar con una pareja anterior o tratar de aguantar con la actual.

Aunque a menudo comenzamos una nueva relación esperando que sea mejor que la anterior, hay que tener cierta cautela. Si estás en una relación y piensas en dejarla, ¡cuidado! porque básicamente estás intercambiando el 69 % de diferencias perpetuas con una pareja con el 69% de diferencias perpetuas para la otra parte.

Por tanto, si vuelves con un ex, al menos ya sabes cuáles serán esas diferencias perpetuas. Entrar en el ritmo de la relación puede parecer menos complicado que conocer a alguien nuevo y empezar de cero.

Otro beneficio de volver con un ex es la facilidad con la que podéis adoptar ciertas rutinas -probablemente ya confías en esa persona aunque sea en el sentido más pragmático.

Al mismo tiempo, este regreso puede hacerte ver lo que has madurado. Con una expareja, obtienes un fotograma de un antes y un después de tu evolución (también de la suya). Una de las razones más comunes para que los ex reinicien su romance es “sentir que han crecido y madurado”. Que entonces no estaban preparados, que la situación no era la idónea, las circunstancias estaban en contra, pero ahora sí es el momento.

 A veces, con la sabiduría de los años y las experiencias en otras relaciones, las personas sienten que tal vez puedan resolver ese obstáculo que en su día fue insalvable o, simplemente, que ya no exista. En la fantasía o en la realidad, nuestras ex parejas también forman parte de nuestra historia, y podemos querer volver a esos lugares y a ese tiempo en los que en un momento fuimos felices.

Volver con una expareja puede tener sus ventajas y desventajas. Lo bueno es que la realidad ha demostrado que una nueva oportunidad, desde la experiencia que nos da el paso de los años, puede ser buena, especialmente si el otro es una buena persona.

 

«Siempre hay un poco de locura en el amor. Pero siempre hay también un poco de razón en la locura».

-Friedrich Nietzsche-

 

En ese estado de cosas, dar una oportunidad a la otra persona para que te eche de menos es una buena forma de acercamiento, aunque ese acercamiento a veces puede durar mucho tiempo, pero también tenemos que dejar que las cosas sucedan cuando ambas partes están preparadas para ello. Cuando queda mucho amor tras una ruptura se establece el deseo consciente e inconsciente de volver, aún existiendo sentimientos muy potentes de tristeza y sufrimiento. 

El sentimiento más negativo es el miedo y debemos conocerlo puesto que este sentimiento nos bloquea e inmoviliza. Aun así, si una de las partes tiene el impulso casi instintivo de volver, va a tener que sufrir en silencio y dar la oportunidad a la otra parte para que sane sus heridas y pueda ver crecer su amor al tiempo que ve disminuir su miedo. Si hay odio y rabia no queda más opción que esperar a que desaparezcan y no dejarse llevar por la ansiedad sino dar tiempo a la otra persona para sanar. 

Este tiempo es el que va a permitir a las dos partes a percibir la vida sin el otro y va a ser normal que se vayan sucediendo periodos de añoranza mutua. Poco a poco se va fortaleciendo la personalidad, se va madurando y se va asentando ese sentimiento de amor. Si en lugar de moderarte tienes cada vez más desesperación, es hora de replantearte la situación:

¿De verdad es el amor lo que te une a tu ex pareja o más bien se trata de una fuerte dependencia? 

La imposibilidad de vivir sin él o ella son una señal de que está en juego algo más que un gran amor. En cambio, si tras mucho tiempo aún sientes ese amor, en los más o menos largos contactos, si has sabido si era el momento o no, si has renunciado a presionarlo y si has dejado que pueda llenar sus necesidades y tener sus experiencias, ese amor va a ser lo más sólido de tu vida, algo que jamás nada ni nadie podrá romper nunca. Hay una película que refleja muy bien ese tipo de emociones y sentimientos con el paso del tiempo: One Day (Siempre el mismo día) 2011

Así que no mendigues amor. Aprende a estar contigo mismo/a y espera a que esa pareja esté preparada y quiera volver contigo, no importa el tiempo que pase, siempre es mejor estar preparado que quedarse corto. No creas que si le dices cuanto le echas de menos o le reiteras que sin ella no puedes vivir, va a caer en tus brazos, en realidad ocurrirá lo contrario. 

No sobrecargues a tu ex pareja, deja que tenga sus vivencias y realiza también las tuyas, eso os enriquecerá a los dos. Dale una oportunidad y dátela a ti también. Recuerda que cuando se cortó la relación fue porque las cosas no marchaban bien sea en el sentido que sea, cuando queda amor tras esa ruptura es muy probable que se pueda retomar. El tiempo permite, a su vez, percibir la vida sin el otro, vivir experiencias nuevas. 

Al principio habrá dolor, sufrimiento y una fuerte nostalgia. Eso es normal. Con el tiempo esos sentimientos se van apaciguando y queda la nostalgia y ese amor siempre vivo. Mientras va pasando el tiempo fortalécete, dedícate tiempo a ti, cultiva amistades, aprende, vive, quiérete. Y como he apuntado antes, si esto te resulta difícil, observa bien lo que ocurre en tu interior, eso puede ser también una señal de alarma y puede que veas a tu expareja como un apoyo al que no quieres renunciar. 

El amor incondicional consiste en dejar libre a tu ex pareja si es feliz no estando contigo, no lo olvides, no es lo que yo quiero es lo que yo quiero para ti que te haga feliz aunque tenga que renunciar a ti.

Y finalmente haz un análisis exhaustivo  de esa relación que terminó, que fue lo que llevó a la ruptura. Aprovecha la distancia para pensar con tranquilidad. Crece, madura. Examina tus errores y aprende. Haz lo mismo con los de la otra persona y piensa en ello, saca tus propias conclusiones. Al final cuando sientas que estás fuerte y tengas una vida satisfactoria,  puedes buscar el acercamiento o quizá la vida te proporcione ese encuentro. En ese acercamiento valorareis y evaluareis honestamente si hay interés, hablareis a dúo sobre lo que sentís i será el momento de que ese fuego vuelva a prender y arderá, no lo dudes.

Floren Solà

Psicóloga

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EL INCONSCIENTE, EL CONSCIENTE, EL SUBCONSCIENTE

Carl Gustav Jung decía:

“Hasta que el Inconsciente no se haga consciente, el  Subconsciente seguirá dominando tu vida y tú le llamarás destino”.

A diario nos damos cuenta que en pequeñas cosas de la vida es el inconsciente el que dirige nuestra vida y no tanto la voluntad.

Según Jung el arquetipo sombra se define como el aspecto inconsciente de la personalidad caracterizado por rasgos y actitudes que el consciente no reconoce como propios. El inconsciente lucha por mostrarse pero es reprimido continuamente por el ego. La sombra está formada por energía psíquica reprimida que se proyecta en el exterior. Hay muchas formas de alimentar a la sombra, la más usual es lo que conocemos por “Luchar por ser bueno o buena”.

Todos tenemos una doble historia, la que mostramos y la que ocultamos. Con la primera nos identificamos, la segunda la rechazamos. Es precisamente la historia oculta la que nos hace repetir una y otra vez situaciones, dramas y patrones que nos perjudican. ¿Cómo educamos a nuestros hijos? ¿Cómo creamos proyectos que no llegan a la meta porque nos boicoteamos? o ¿cómo fracasan relaciones al establecerlas con ideas preconcebidas? Vamos a poner algunos ejemplos: Imaginemos que queremos mejorar nuestra economía y queremos ganar más dinero. Para ello nos esforzamos mucho y dirigimos las energías a conseguirlo. Al fin, llega la oportunidad pero el inconsciente nos sabotea porque tenemos unas creencias contrapuestas a un nivel más profundo y que nos dicen que las personas con dinero no son honestas, que el dinero corrompe y trae problemas, mucha infelicidad, que conduce a una ambición desmesurada, que genera envidias. Todas esas ideas opuestas no permanecen en la mente, el inconsciente va a buscar la forma de que no alcancemos ese objetivo porque no queremos ser deshonestos, corruptos e infelices y no queremos sufrir por poseer más dinero. 

Otro ejemplo sería en la educación  de nuestros hijos, la cual queremos  que sea respetuosa con nuevas técnicas y métodos que contemplen la paciencia, la escucha activa, la comprensión y la ecuanimidad, pero nos encontramos que a pesar de la buena voluntad y la convicción de hacerlo bien perdemos los papeles y gritamos, amenazamos y castigamos a nuestros niños repitiendo patrones aprendidos y entonces nos sentimos frustrados. Eso ocurre porque muchas veces tenemos esa creencia inconsciente, que el entorno social nos ha transmitido, de que los niños y niñas que se portan mal, de alguna manera, tienen que ser castigados. Otro ejemplo nos lleva a las relaciones de parejas que queremos que sean unas relaciones donde impere el amor incondicional, la confianza mutua, el respeto y la armonía, pero nuestras creencias aquí tampoco nos acompañan, porque dependiendo de lo que hayamos aprendido y la información acumulada en el inconsciente esto afectará a nuestras relaciones de pareja y a los vínculos. Así, podremos desear tener confianza, pero sin conseguir dominar los celos, proyectando sobre las parejas nuestros miedos no resueltos porque no hemos conseguido alinear el consciente con el inconsciente topándonos directamente con  el fracaso.

Jung contempla la Psique como una unidad de procesos conscientes e inconscientes, en la que encontramos  la personalidad o ego y la sombra como parte oculta. La parte consciente de la Psique ocupa un 5% y la inconsciente un 95%. Y esta parte consciente, muy inferior, va intentando continuamente bloquearnos, controlarnos, nos indica lo que está bien y lo que está mal, lo que hay que hacer, lo que no, las creencias y como interpretar la vida; así vamos creando nuestra sombra que se almacena en  el Inconsciente pero no se queda ahí si no que se va expresando en lo que hacemos. Está en esas reacciones que no acabo de entender y que justifico cuando algo va mal. En esos errores repetidos tantas veces y que parece que nunca aprendo de ellos. Esas discusiones  que siempre acaban con dolor de cabeza y una gran frustración y en esos conflictos en las relaciones que se repiten.  

En realidad el destino es algo que estamos creando continuamente en nuestras vidas. Tomar conciencia de ello y permitir que esa sombra salga, la acepte y la reconozca por doloroso que sea, será lo que me va a permitir cambiar el rumbo de mi vida y mejorarla. La sombra la estamos creando continuamente, el reconocerla y ser consciente de ella al tiempo que vamos trabajando con ella y la vamos aceptando es un trabajo que no acaba mientras seguimos vivos. Al conectar,  aunque sea con un mínimo aspecto de ella, por sutil que sea, adquirimos fuerza, creatividad, inspiración y coherencia lo qual nos permite avanzar mucho mejor en nuestra vida. Como dice el psicólogo Enric Corbera: “Nuestra sombra es una de las fuentes del agua de la vida y por mucho que se intente ocultar, ésta siempre acabará manando.” Esta agua de la vida es la esencia de la espiritualidad en el sentido no religioso, porque una mente que está integrando constantemente su parte oscura con su personalidad, está integrando las dos polaridades, pudiendo sacar la mejor parte para desarrollar sus capacidades espirituales además de las físicas y mentales. Al aceptar nuestra sombra alcanzamos nuestra plenitud.


Volviendo a la reflexión inicial, de que diariamente  nos damos  cuenta que es nuestro inconsciente el que dirige nuestra vida, recordemos, por ejemplo, aquel día que perdimos la paciencia y reaccionamos de forma exagerada delante de unos comentarios  que nos hizo una persona de nuestro entorno. O una frase de un conocido que nos hizo reaccionar de una forma demasiado sumisa. A muchos les inquietan esas reacciones y a otros ni siquiera se percatan de ello. Unos quieren retomar el control y hacen algo al respecto, otros, por el contrario, lo dejan pasar. Pero todos nos tendríamos que dar cuenta de estas situaciones y reacciones y actuar sobre ellas.

El inconsciente familiar –ese arquetipo – acumula experiencias y vivencias de nuestros ancestros, todo lo no dicho, los secretos, los incestos, los hijos no deseados, los abusos, los malos tratos, violaciones, muertes… Nina Canolt, autora  del libro “como reparamos los errores de nuestros antepasados”, nos viene  a decir: “una historia transmitida con una falsa explicación a los familiares, provoca destrozos en el inconsciente de los descendientes.” Por ejemplo, obsesiones e ideas que no se acaban de comprender, conductas compensatorias, sufrimientos, comportamientos que llevan al sufrimiento propio y ajeno y que no acabamos de entender pero que hay un impulso  que llevan a realizarlas. 

Además de la familia la sombra tiene muchos otros senderos, una de las formas que tenemos de compensar las sombras familiares transmitidas es con nuestras parejas y no me refiero solo a las parejas sentimentales, también parejas de socios, compañeros de trabajo, amistades etc. Se llama a esta forma de compensar estas sombras resonancias familiares. Se trata de la información que se ha acumulado en el inconsciente, al final esas alianzas con nuestras parejas, del tipo que sean, serán espejos perfectos de todos los “no dicho” y  de las omisiones que ha habido en nuestras familias. La información que llevamos cada uno resuena en las relaciones que establecemos en nuestras vidas. Por eso es importante prestar atención en lo que vemos en esa persona que nos gusta o en aquella que nos desagrada.

Françoise Dolto, médico y psicoanalista nos dice que “Al final el niño integrará en su inconsciente mucha información que él no va a poder procesar, pero que estará condicionando su forma de vivir.”

Una de las mejores cosas que podemos hacer es tomar conciencia de ello y sanar nuestras relaciones interpersonales para favorecer a nuestros niños.

Reequilibrar  nuestra sombra requiere del consciente y del inconsciente. La sombra reprimida la podemos proyectar en nuestro trabajo, con nuestros amigos, parejas, vecinos, en nuestra cultura, en los nacionalismos  intransigentes, en los activismos exacerbados etc. Utilizamos la sombra para asustar a los niños: “mira que viene el hombre del saco” o peor aún “Si no eres bueno no te querré”.

La sombra cuando se manifiesta suele ser explosiva o tener un efecto desproporcionado ante  una situación dada. Eso nos descoloca porque no llegamos a explicarnos nuestras reacciones. Hay acciones como aguantar inferencias de nuestra pareja, familia u otras personas cercanas que nos obligan a hacer cosas  que no deseamos y todos los “tengo que” “debo de" son expresiones derivadas de ello que nos obligan y nos indican que estamos acumulando sombra. Así como  las historias que  nos contamos a nosotros mismos para justificarnos y además convencernos que sí, sí queríamos hacer tal o cual cosa o no, no queríamos hacerla. Así pues, las soluciones o los conflictos en nuestras vidas pasa por  toma de conciencia de la sombra e integrarla mediante el “no juicio” y la plena aceptación entendiendo que toda experiencia en la vida tiene un sentido y sabiendo honestamente donde quiero estar y que quiero hacer, así como  dejar de buscar culpables fuera de mí. 

Esta es una forma de honrar a nuestros ancestros, respetar nuestra familia y entender nuestras actuaciones. Al no juzgar y comprender que, por ejemplo, otros miembros de la familia actuaron de cierta manera, entendemos el porqué de sus reacciones y acciones según lo que llevaban en sus sombras y tomamos conciencia  de que nuestros antepasados  no supieron o no pudieron hacerlo de otra forma mejor. Sí que es cierto que todos llevamos una carga, pero es nuestra alma la que asume eso y cuando eres consciente de ello empiezas a tener otra visión de las cosas siendo más auténtico y alineado con tu inconsciente. Connie Zweig y Jeremiah Abrams en su libro “Encuentro con la sombra. El poder del lado oscuro de la naturaleza humana”,  nos dice una frase que resume lo anterior: “Probablemente terminaremos sintiéndonos inclinados hacia aquellas personas que compensan nuestras propias carencias y correremos el riesgo de no desarrollarnos por nosotros mismos”.

Muchas veces elegimos una pareja  porque vemos en ella esa manera de ser que a mí me gustaría o que puede realizar cosas que a mí me es muy difícil hacerlas.

Como dice Enric Corbera: “Al esconder nuestra sombra apagamos nuestra luz”. 

Tennessee Williams dijo: “Mata a mis demonios y mis ángeles morirán también" Nosotras nos podemos preguntar: ¿Cuánta sombra hemos llamado destino en nuestra vida?

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Buscando la felicidad

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es como una mariposa, cuando más la persigues más huye, pero si vuelves la atención a otras cosas ella viene y suavemente se posa  en tu hombro. La felicidad es una forma de caminar por la vida”.

La felicidad  es difícil de definir, debe experimentarse para conocerla. No hay una única idea que defina la felicidad, ni una guía, ni claves para la felicidad. Podemos hallar estudios que nos den una aproximación a la experiencia del bienestar físico y psicológico pero la felicidad en realidad es un proceso, un camino y se puede experimentar por momentos más o menos largos, más o menos intensos. La felicidad tiene relación con el sentido de nuestra vida. ¿Qué es lo que deseamos?, ¿qué es para cada una de nosotras vivir?, ¿qué nos hace sentir bien, plenos y realizados? ¿A qué le damos valor? Son estas y otras preguntas similares las que nos van a dar la pauta de como ser felices en nuestro andar por la vida. Esto además nos ayudará a encontrar sentido a nuestra vida, a discernir en este mundo que ya perdido  el “norte”  y el sentido, cuál es el nuestro, a donde nos dirigimos, quienes somos, qué estamos haciendo y como nos sentimos con todo ello. Preguntas y respuestas que nos darán la clave de qué es lo que buscamos, acaso son nuevas sensaciones que experimentamos de forma rápida, gratificaciones del momento que enseguida nos dejan un vacío que nos afanamos en volver a llenar. La comida, bebida, el juego, las compras, ¿de eso se trata ser felices?

La verdadera felicidad no puede ser eso tan efímero, esas cosas materiales que una vez las posees deja de tener interés. Esas personas a las que  nos aferramos exigiendo amor cuando no somos capaces de dárnoslo a nosotras mismas y menos de darlo a la otra persona. Decimos “quererla” pero querer algo o a alguien es poseer. Yo quiero una manzana, la quiero para un beneficio propio, saborearla, comerla, nutrirme de ella. Amar es diferente de “querer”, amar no es poseer, amar es entregar y con esa entrega que hace feliz a la otra persona es experimentar esa felicidad. Eso es amor incondicional y ese es el camino a la felicidad. La felicidad es encontrar los auténticos valores personales, esos que nos hacen ser y sentir que somos buenas personas o que nos ayudan a ello. Tener unos principios claros ayuda a clarificar a donde nos dirigimos y entender el mundo en el que estamos y encontrar la felicidad con nuestra forma de vivir, de ayudar a los demás desinteresadamente, de ser coherentes con nosotras mismas. Viktor Frank’l decía que él había encontrado el sentido de su vida ayudando a otros a encontrar el suyo, eso se puede decir que es realización, por tanto, felicidad. La felicidad sin significado caracteriza una vida relativamente superficial, decía Frank’l y este es uno de los signos de nuestro tiempo. Por eso Frank’l nos invitaba a dejar de buscar la felicidad, Hoy parece que sea una obligación el ser felices y ahí están los cientos de libros de autoayuda, las dietas para vernos más bien, decretos y frases prefabricadas de ser felices. Jung dijo que  la felicidad requiere que seamos capaces de mirar primero en nuestro interior. Solo cuando despertamos, solo cuando hacemos consciente lo inconsciente y dejamos atrás las sombras, nos sentimos libres para alcanzar aquello que nos hace felices. Jung hacía referencia a ese proceso mediante el que logramos convertirnos en individuos psicológicos libres, pero unidos en todas nuestras partes. Sin miedos, sin angustias, formando una totalidad donde nada queda en la sombra, ahí donde lo inconsciente se vuelve consciente y tenemos claros nuestros propósitos.

Si pensamos en la vida de personajes como  Oliver Sacks, Jung, Kant, Rilke o Frankl, entendemos por qué todos estos hombres nunca buscaron la felicidad. Buscaron, más bien, algo que le diera sentido a su vida y con ello quedaron para siempre impresos en lo que ninguna catástrofe puede borrar. “Ningún hombre puede vivir sin significado”, dijo Jung alguna vez. Algo realmente grave sucede cuando el ser humano deja de buscar un sentido más grande que sí mismo y se dedica a recibir placer. La búsqueda de sentido implica, desde luego, discusiones, angustia, tristeza y decepción. Pero sin estos mecanismos de duda es difícil trascender o llevar una vida que, aunque no feliz, sea un poco más plena. Si existe un sentido del todo, escribió Frankl, entonces debe haber sentido en el sufrimiento. El ser humano siempre apunta, y está dirigido, a algo o alguien distinto de uno mismo; ya sea un sentido de satisfacer o el conocer a otro ser humano. Entre uno más se olvida de sí mismo –al entregarse a una causa para servir o a otra persona que amar– más humano es.

La eudaimonía o la clave de la felicidad según Carl Jung

Eudaimonía significa tener buena fortuna, riqueza o felicidad. Es un florecimiento interno que según Carl Jung todos deberíamos promover tomando contacto primero con nuestro propio daimon. Se trata de un genio interno, de un arquetipo que guía nuestras pasiones y motivaciones inconscientes, ese que define nuestras esencias y al que deberíamos escuchar más a menudo.

Si hay algo que abunda en exceso en casi cualquier lado (librerías, redes sociales, mensajes impresos en nuestra ropa) es la necesidad de ser felices. No hay anuncio de televisión donde no se nos sugiera que al beber ese refresco o tener ese móvil, experimentaremos nuevas y maravillosas sensaciones. Hay una visión de la felicidad actual que adquiere un tono casi imperativo.

“El carácter del hombre es su daimon”.

-Heráclito-

 

Vivimos una postmodernidad donde esa obligación por ser felices nos lleva muy a menudo a la propia infelicidad. Recordemos, por ejemplo, lo que nos dice el matemático y filósofo Nassim Nicholas Taleb en su libro El cisne negro: las personas aún creemos que todo el mundo está lleno de cisnes blancos, que basta con esforzarse para conseguir lo que uno desea, que las promesas que nos hicieron de niños ser harán un día realidad.

Sin embargo, según Taleb, nuestro mundo es tremendamente complejo. Tanto, que cuando vemos un cisne negro no sabemos cómo reaccionar, nos volvemos vulnerables porque no sabemos gestionar los imprevistos y la incertidumbre. La felicidad, por tanto, nunca podrá hallarse si ponemos la mirada en el exterior. Debemos fortalecer nuestro carácter, nuestro daimon, como diría el propio Carl Jung.

La eudaimonía y la importancia de conocernos a nosotros mismos

Uno de los herederos del legado de Carl Jung fue James Hillman. Este analista junguiano fue uno de los exponentes que más profundizó en el concepto de los arquetipos, y más concretamente, en la ideal del daimon. En su libro The Souls Code nos recuerda la importancia de tomar contacto con ese genio o “demonio” interno para poder construir una vida plena, una felicidad real. Para comprender mejor esta interesante teoría, analicemos con detenimiento lo que nos revela el profesor Hillman en su libro.


¿Qué es un daimon?

Daimon en griego significa demonio. Sin embargo, lejos de tener una atribución negativa o maligna, simboliza en realidad la entidad más elevada del ser humano. En la ética de Aristóteles, daimon era virtud y la sabiduría en su aspecto más práctico.

Carl Jung, por su parte, nos explicó que el daimon habita en nuestro inconsciente. Guía muchos de nuestros actos, nos impulsa, nos susurra ideas, nos inspira y da voz a nuestra intuición. Sin embargo, en la sociedad actual y en el ritmo de vida que llevamos a día de hoy es común alejarnos de esa voz interna.

Una educación orientada a formar personas iguales y un mercado laboral que no valora la originalidad, merma por completo la oportunidad de sacar a la luz este duende interno. Esa entidad está llena de vitalidad, tiene un enorme potencial y clama por liberar su impulso creativo, sin embargo, no siempre nos atrevemos darle su espacio.

El daimon y la eudaimonía: cuestión de valentía

El doctor James Hillman nos sugiere que pocas cosas son tan decisivas como aprender a escuchar a ese espíritu, a esa entidad mágica y colorida que habita en todas nuestras motivaciones. Por ello, nada puede inspirarnos más que esa frase que estaba inscrita en el pronaos del templo de Apolo en Delfos: “conócete a ti mismo”.

Quien deja de poner su mirada en el exterior, en lo que quieren los otros y se inicia por fin en el viaje del autoconocimiento, logrará alcanzar a su daimon.

Ahora bien, abrazar la eudaimonía no siempre es fácil. Porque en ocasiones, el daimon quiere cosas que nuestro entorno no entiende. Tal vez el abogado no quiera ejercer la abogacía, tal vez desee ser artista. Puede a su vez que el artista famoso y acaudalado, ya no quiera crear, puede que su daimon le pida ejercer una labor humanitaria. Puede también que nuestro daimon nos clame mayor independencia, espacios propios y libertades que ahora no nos atrevemos a pedir.

La eudaimonía exige sin duda altas dosis de valentía. Aún más, si nos atrevemos a escuchar a esa voz interior, a ese daimon inquieto y hambriento por hacer cosas, nos someterá a diferentes castigos. Tal y como nos recuerda Carl Jung, si no somos capaces de escuchar las necesidades del daimon, nuestra alma enfermará. Porque ir en contra de nuestros deseos y motivaciones trae la infelicidad.

¿Cómo cultivar la eudaimonía?

Sabemos ya que nada puede ser tan decisivo como favorecer el autoconocimiento. Tomar contacto con nuestros deseos, nuestras esencias, identidades y valores personales es sin duda un modo de abrazar nuestro daimon y de reconocerlo. Sin embargo, no basta con tomar contacto con él, con decirle “sé que estás ahí”. Debemos darle libertad, libertad creativa, libertad de expresión.

Cultivar una auténtica eudaimonía exige hacer cambios, implica dejar a un lado esquemas impuestos desde el exterior y ser capaces de crear nuestra propia realidad. Así, debemos ser a su vez plenamente conscientes de la complejidad de nuestro entorno, ahí donde lo imprevisto, la incertidumbre y las dificultades serán constantes. El daimon quiere cosas, pero para alcanzar la eudaimonía debemos lidiar también con unos escenarios donde no es fácil expresarnos, realizarnos.

En relación a esto mismo nos viene bien recordar lo que Immanuel Kant nos explicó una vez: para ser felices debemos aprender a ser sagaces. Es decir, debemos ser capaces de elegir los medios adecuados para conseguir la mayor cantidad bienestar propio. Queda claro que tal empresa, tal finalidad, no es nada fácil.

Por ello, siempre tenemos a nuestro alcance la terapia Junguiana. Este enfoque terapéutico está orientado precisamente a este fin, a poner a nuestro alcance la eudaimonía, ayudándonos a discernir nuestras singularidades y potencial para alcanzar la felicidad que queremos, la que se ajusta a nosotros mismos.


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¿POR QUÉ MI EXPAREJA ME DESCALIFICA Y CRITICA? ¿POR QUÉ ME DESPRECIA TANTO?



Los finales de las relaciones no son fáciles, es un periodo difícil y que en algunas ocasiones se complica más cuando no se ha podido cerrar bien, cuando sigue habiendo contacto o si se producen situaciones incómodas de habladurías, falta de respeto o desprecios.  

Es posible que cuando has terminado una relación de pareja tu ex te desprecie tanto que te sientas agobiado y sin entender el por qué. Es probable que trates  de buscar alguna solución preguntándote ¿por qué mi ex me desprecia tanto?

Existen varias razones para que esto ocurra algunas veces. Puede ser que  jamás te haya amado de verdad y que ya no te ame en absoluto. Esta puede ser la razón  principal por la cual tu ex pareja te desprecia tanto. Esa persona a pesar de todo lo que ha sucedido en la relación, no ha podido perdonarte porque  simplemente no ha podido amarte de forma incondicional, porque cuando alguien te ama y desea que estés bien, jamás te despreciará, no te criticará, ni te juzgará, simplemente deseará tu bienestar donde sea, con quien sea y como sea, a no ser que no haya madurado emocionalmente.

Otro de los motivos es que solo ve tus defectos. Tu ex pareja te desprecia tanto que, por encima de todo, ve tus defectos en lugar de tus cualidades, porque probablemente siente miedo, dolor, orgullo, se siente herido y todo ello no le permite  sentir aprecio y amor por ti en estos momentos ni tampoco darse cuenta de lo que eres y has sido en esencia, un ser importante en su vida que tiene cualidades, aptitudes y fortalezas no solo defectos y porque no agradece el camino recorrido juntos.

Esta es otra razón de desprecio por parte de tu ex pareja, es tanta su frustración y sus heridas que simplemente no siente gratitud por la experiencia vivida junto a ti. Puede ser que no vea que la vida son etapas, que es un camino de cambios constantes y de evolución y que este tipo de experiencias siempre aportan algo para que la persona crezca. Seguramente, no recuerda esos buenos momentos que compartisteis, esos ratos juntos realmente importantes y positivos de vuestra relación y solo se empeña en ver lo que considera negativo.

También porque no te ha perdonado. Cuando no perdonamos de corazón vemos los defectos, hay odio, hay orgullo, hay resentimiento y soberbia. En cambio, cuando comprendemos y sabemos cómo perdonar de verdad somos libres y podemos amar. Por ello, si te desprecia y terminasteis la relación por algún error que cometiste, puede que simplemente no te haya perdonado.

Estas son las razones más comunes de esta situación, pero puede que aparte de estas razones haya otras más concretas. Por ejemplo la madurez emocional. Cuando hablamos  de madurez pensamos en años de experiencia, edad, pero cuando hablamos de madurez emocional, nos referimos a una persona que ha logrado llegar a ese punto de la vida dónde lo más importante es el amor, alguien que ha aprendido que todo en la vida sucede por una razón, que nada es bueno o malo, que simplemente es y que por tal motivo, hay que dejar que rodo fluya para poder vivir en paz. Esa puede ser otra causa, la que tu ex pareja no haya llegado a ese punto de madurez emocional y porque no ha podido comprender y sanar dentro de sí todo lo sucedido entre vosotros. Si ahora mismo estás dolido y preocupado por ese desprecio, solo tienes que dejar que pase más tiempo, es decir, dale tiempo y también dátelo a ti mismo ya que terminar una relación es cerrar un ciclo y, a veces, hay que acostumbrarse al cambio.

Otra de las razones es que se trate de una persona insegura escondiendo sus miedos y temores tras esas descalificaciones que te hacen sentir mal e infeliz. Según Adler, las personas que se sienten inferiores intentan compensar este sentimiento a través de lo que él llama lucha por la superioridad. La única manera que estas personas encuentran para hacer frente a la incertidumbre de sus capacidades y sentirse bien es haciendo a otras infelices. Para Adler, esta lucha por la superioridad reside en el núcleo de la neurosis.



Otra cosa es lo que uno se pregunta, ¿qué hacer para que no me afecte ese desprecio? Bien, voy a darte algunos consejos de cómo llevar esa situación.

En primer lugar debes entender que tu ex necesita tiempo para recuperarse y aclarar sentimientos y emociones, eso a veces no es fácil. En segundo lugar, intenta ignorarlo. Si tu ex intenta agobiarte con comentarios indeseados, ofensivos y fuera de lugar, lo mejor que puedes hacer es ignorarlo. Es muy importante que no le contestes y mucho menos de la misma forma negativa, para evitar reforzar actitudes destructivas que no llevan a nada positivo. No te obsesiones, es decir, no dejes que te afecte tanto esos comentarios y descalificaciones. Haz cosas diferentes, sal un poco de tu rutina, dedica tiempo para ti, haz aquellas cosas que te gustan y te divierten. Llegará un momento en que te darás cuenta que todo ese desprecio nada tiene que ver contigo, ha sido decisión de tu ex pareja sentir  tal desprecio, descalificarte, criticarte, no perdonarte… al comprender esto, ya no te sentirás mal  ni culpable.

Algo que considero importante para seguir adelante y que no te afecte este tipo de reacción de tu ex pareja, es que evites hacer lo mismo que hace él, es decir, no sientas desprecio  por esta persona tal como hace contigo y si no puedes evitarlo, no se lo demuestres puesto que solo empeorarás la situación.

Otra forma es  de evitar contacto con ella, si sus críticas y descalificaciones no cesan y lo hace a través de las redes sociales, es eliminarla de tus contactos. Pero debes tener en cuenta que esta opción es un arma de doble filo. Vamos a ver por qué:

Bloquear o borrar personas de nuestras redes sociales es la fría estrategia para terminar relaciones muy utilizada actualmente. A veces es higiénico y hasta necesario. Sin embargo, ya no lo es tanto cuando se convierte en la fría estrategia para terminar una relación afectiva o una amistad. Basta un solo clic para desaparecer, para establecer distancia y silencio sin tener que dar explicación alguna o escuchar lo que tiene que decir la otra parte. Eliminar personas en redes sociales es una tendencia en aumento, pero con esta estrategia virtual muchos buscan también dar fin a relaciones significativas y cercanas.

Bloquear o borrar personas en un clic nos hace la vida más fácil. Es rápido, es inocuo para quien lo ejecuta y lo mejor de todo, evita ver cara a cara a la otra persona para decirle “ya no te quiero”, “no me interesas” o “no te quiero en mi vida por estas razones”. El ser humano y su capacidad para comunicar con efectividad siempre ha tenido grietas. Ahora, con la tecnología estamos creando brechas aún más grandes. Siempre es mejor aprender a lidiar en  persona con nuestros problemas, porque el botón de borrado de nuestros dispositivos móviles, al fin y al cabo, no soluciona la mayoría de los conflictos de la vida.



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 VACIANDO NUESTRA MOCHILA EMOCIONAL

“El arte de vivir implica saber cuando aferrarse y cuando dejar ir”.  Havelock Ellis

 


La metáfora de la mochila cargada a nuestra espalda  alude al significado de un peso subjetivo derivado de la carga emocional y también, por qué no, material.

Estas cargas suelen tener caras, tamaños y significados muy diferentes. Algunas pueden expresarse en forma de conflictos no resueltos, otras a través de heridas mal curadas, etcétera. Lo importante en este caso es que dichas experiencias repercuten en nuestro estado de ánimo y en nuestro modo de enfrentarnos al día a día.

En el mundo actual, la sobrecarga parece ser algo natural, algo con lo que nacemos y debemos aprender a vivir sin dar muestra de disgusto por ello. La necesidad del ahora, de la inmediatez o del nunca, nos tiraniza convirtiéndonos en esclavos de nuestros propios pasos. Resulta curioso como a través del caminar tomamos conciencia de nuestra lentitud al andar y es justo allí, en ese punto muerto, donde tomamos conciencia de que algo nos está arrastrando sin dejarnos avanzar.

A veces ese algo puede ser una persona, una relación tóxica, puede ser también un sentimiento mal gestionado como la culpa, una emoción enquistada con la que no conectamos del todo o por qué no, una falta de autoestima y autoconocimiento. Todas estas experiencias, nos tiñen y transforman, configurando parte de nuestra historia; sin embargo a estas alturas del viaje lo realmente importante es aprender a resolver la siguiente pregunta.

Llevar a cuestas nuestra mochila emocional sin sacar de vez en cuando lo que llevamos dentro genera heridas emocionales que son importantes sanar.

¿Cómo podemos vaciar?

Desde la perspectiva terapéutica, resulta realmente importante que las personas aprendamos a vaciar nuestra propia mochila y así poder proseguir con nuestro viaje sin dañarnos a nosotros mismos y haciendo más confortable nuestra experiencia de vida.

Por complicado que resulte, es importante hacer hueco a nuevas experiencias, que oxigenen nuestra mochila y rompan con anclajes ya pasados y trillados. Durante este proceso de soltar, deberemos dejar ciertos pesos en nuestro camino y será muy habitual a medida que vayamos avanzando que volvamos la vista atrás por la simple inercia de recuperar aquello que tanto tiempo nos acompañó durante nuestro proceso de crecimiento. Pero creedme, esta intención de volver recoger lo que quedó a atrás no es más que vértigo ante lo desconocido, a la incertidumbre y a lo que sucederá.

El acto de vaciar implica un acto de consciencia, de reflexión, de escucha y de reparación, a través de la cual, atendemos a nuestros pesos sin perder las ganas de seguir adelante ni dejar el presente en manos del pasado, ya que soltar no es un simple adiós, más bien un agradecimiento por lo aprendido y por lo que sucedió.

Descarga tu mochila emocional.

Cada uno de nosotros soporta en su espalda el peso de las situaciones vividas en forma de mochila emocional. Su contenido son recuerdos y experiencias de diferentes tamaños que de alguna manera no hemos soltado y quedan reflejados en nuestra piel.

Si no aprendemos a vaciar nuestra mochila de las experiencias tóxicas y negativas, cuanto más tiempo pase, más cargada estará y mayor peso tendremos que soportar, repercutiendo en nuestro estado de ánimo y en nuestras futuras elaciones.

No es lo mismo avanzar con heridas emocionales que se abren y duelen que con heridas que hayan sido sanadas y nos han proporcionado una oportunidad de aprendizaje.

El fantasma de la culpa, la sensación de traición o abandono, las voces críticas, los vacíos de las ausencias o la carga de la frustración conforman entre otras cosas ese peso que nos hace caminar despacio y nos impide disfrutar con plenitud. Son experiencias que nos tiñen y transforman y que configuran parte de nuestra historia. Pero, ¿cómo vaciarnos de ello si llega un momento en el que forma parte de nosotros?

Revisa tu mochila y reflexiona sobre lo que llevas dentro, tanto lo que hayas incorporado tú como lo que hayan depositado otras personas. Tómate tu tiempo. Aunque no puedas verlo, está presente en tu día a día. Ten en cuenta que muchas de tus reacciones tienen que ver con el peso que soportas; para aliviarlo tendrás que aprender a diferenciar entre lo que te ayuda y lo que no. Llevar tu mochila a rebosar es un lastre para cualquier avance que pretendas hacer.

No dejes que tu mochila se sobrecargue hasta llegar al punto de que no puedas casi moverte y la vida, en general, te pese. No pierdas las ganas de seguir adelante ni dejes tu presente a manos del pasado. Tampoco te obsesiones con olvidar, porque el olvido no es amigo de la intención.

Por incómodo y complicado que resulte tienes que sacar lo que llevas dentro, para aprender a crecer con ello en lugar de anclarte. El primer paso consiste en reconocer qué provoca nuestro peso y aceptarlo.

Puede que incluso te inunde un sentimiento de identidad y de apego que te impida, en un principio, deshacerte del peso que conforma tu mochila emocional. Ese vértigo es el miedo enmascarado, fruto de la rutina, te has acostumbrado tanto a esas heridas que si faltan parece que no eres nadie y se origina un vacío. Pero créeme, solo es el temor a la incertidumbre y a lo desconocido: el temor a soltar.

Aprende a vaciarla soltando todo aquello que te tiene preso del pasado y te agota. Acepta tus errores, identifica y conoce tus emociones, dale alas a tus sueños, descubre tus fortalezas, valórate y sobre todo, aprende que crecer es aceptar lo que te pasa y no luchar contra ello.Encuentra una enseñanza en tus vivencias. Recuerda que a veces soltar no es un simple adiós sino un agradecimiento por lo aprendido para seguir avanzando con más sabiduría.

¿Cómo evitar que tu mochila emocional dañe tus relaciones?

Por supuesto cada experiencia vivida nos deja una huella de una u otra manera, tenemos marcas en la piel, pero lo importante y lo que provocará la diferencia es qué hacemos con ellas, las podemos usar para crecer o para justificar lo que no sabemos afrontar y gestionar. En consulta veo, en muchos momentos, cómo una parte de la pareja justifica y defiende sus conductas disfuncionales con los traumas y malas vivencias del pasado, por ejemplo, soy inseguro y te controlo porque en mi pasado me han engañado. No debería ser así, esto lo que muestra es que no se ha hecho un proceso emocional ni la gestión necesaria para pasar del trauma al aprendizaje.

Lo primero que recomiendo a la parte de la pareja que lleve la carga emocional es que revise la mochila y reflexione sobre lo que lleva dentro, aunque no lo creamos gran parte de las reacciones y del estado emocional del día a día tiene que ver con lo que soportamos a nivel emocional. Por incómodo y complicado que resulte se debe analizar qué hay dentro y aprender a aceptarlo, ese es el primer paso, pero hacen falta dos más.

El segundo es aprender a vaciar la mochila soltando todo el peso del pasado, aceptar los errores, identificar las emociones y buscar el camino para resolverlas, muchas veces hace falta un apoyo externo para superar las vivencias negativas, un psicólogo.

Y el tercer paso es compartirlas con la persona que te acompaña, tu pareja. Ésta también tiene derecho a ser consciente de lo que puede afectar y/o condicionar la relación. No acostumbramos a tener presente que el pasado y el cómo lo tengamos ubicado afecta el ahora.

Pero es importante también el papel que adopte la pareja, puede ser un apoyo, sí,  pero no debe encargarse ni responsabilizarse de ello porque ahí empieza la toxicidad. Cuando la pareja coge el trabajo emocional del otro, se hace responsable y asume un papel de educador, maestro o psicólogo que no le toca, genera una dinámica disfuncional en la relación.

En definitiva se trata de soltar y eso nos cuesta. A veces, ciertamente las circunstancias que no elegimos no nos ayudan a soltar lo que nos daña. Sin embargo, podemos tratar de asumir ciertas incomodidades sin caer en sufrimientos añadidos. Y para ello deberemos elegir dónde colocar nuestra mirada, darnos otras explicaciones. Esto significa, hacerse nuevas preguntas, fijarnos en nuevos detalles y cambiar algunos hábitos. Cuánto más vacía esté la mochila más fácil resultará. Otro elemento importante que nos impide soltar lo que nos daña es empecinarnos en que algo salga tal como lo habíamos planeado, que encaje en nuestros esquemas de la forma que lo habíamos imaginado. Entre lo que imaginamos y lo que sucede existe un gran abanico de posibilidades. 

La vida, es pues, un continuo flujo de cosas, relaciones y situaciones. Todo va y viene en una constante oportunidad de mejorar y prosperar. Si queremos tener una vida más rica y próspera con nuevas oportunidades debemos crear espacio en nuestro corazón y en nuestra mente, limpiando y sanando para que lleguen esos cambios deseados y también para pasar página, cerrar círculos o terminar etapas. Eso nos va a permitir, si lo hacemos bien, terminar con viejas creencias del pasado. Solo una actitud más abierta, amorosa y más lúcida hacia nosotros mismos, puede ayudarnos a identificar lo que ya no nos sirve. Elegir darnos tiempo en lugar de criticar, juzgar o exigirnos siempre, es la única forma de realizar verdaderos cambios en nuestra vida. Nos convertimos en lo que pensamos y hacemos . La impaciencia y el perfeccionismo solo crean obstáculos y sensaciones desagradables de que una no vale y de que algo nunca llegará, dándo así razón al pasado.  Aferrarse así al pasado por miedo  a no saber quien somos sin la mirada o la aprobación del otro o por temos a tener que reconstruir-se sin otro modelo que el nuestro despues de habernos abandonado tanto tiempo, es ponerse piedras en el camino impidiendo que el flujo natural de todo lo bueno fluya y podamos vivienciarlo. Es una forma de estancarnos, bloquearnos e impedir que lo que más nos llena y hace felices se pueda producir. 

Vamos pues, por todas esas razones y otras muchas a descargar nuestra mochila. 





Fuentes: La mente es maravillosa. Taller de Psicologia de la vida cotidiana. Foto: Gabinete Psicologico Puente

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PSICOTERAPIA: RECUPERANT-NOS DESPRÉS D’UNA RUPTURA


Passa que a vegades prenem la decisió més dolorosa que es presenta en una relació de parella i es acabar la relació quan ens adonem que no n’hi ha prou amb l’amor que sentim. Estem amb la persona que creiem que és l’adequada, ens atrau, la seguim estimant, no hi ha res imperdonable, però sabem en el fons que no podem seguir amb ella. Aquesta veu interior, intuïció, sisè sentit, diguem-li com vulguem, ens està empenyent a acabar la relació i seguir la nostra vida sense aquesta persona.

Els dubtes i les pors son tant difícils de superar que el dolor en ocasions es torna gairebé físic. Per què allunyar-te de la persona que encara estimes va en contra de la naturalesa sentimental. A vegades el que passa es que el projecte vital i de futur no coincideix amb el de la persona, els fills, la família, el treball,  tot allò que hem construït i és vital per nosaltres no coincideixen i sabem que el que necessitem no ho trobarem amb aquesta persona. I, no ens queda altra sortida que la ruptura; és aquí quan ens adonem que l’amor és important però no sempre és suficient.

Això, evidentment no passa de sobte. Hi ha una dinàmica que fa que les coses vagin canviant dins la parella, discussions, malestar, desencontres, ruptures i reconciliacions, patiments... i, arriba un moment que la situació es fa insostenible per la parella, no s’aconsegueix ser feliç. És en aquest precís moment quan te n’adones d’allò inevitable i no queda una altra sortida que reunir tota la valentia de la que ets capaç per allunyar-te’n, trobar-te a tu mateix i començar la nova vida que t’espera per oferir-te allò que necessites.

Un apunt: és completament normal i sempre passa, després d’un trencament de parella, que ens vingui una “baixada” que inclou: nostàlgia, dolor i dubtes. La clau està en com viure aquest distanciament i sostenir aquestes emocions. El distanciament ha de ser total i les emocions doloroses s’han de travessar per tal que desapareixen. Per exemple, la ràbia la sentim molt intensa al principi però després amb el distanciament es va diluint. Amb les altres emocions passa el mateix. I quan dic distanciament, em refereixo tant el físic com l’emocional.

Hi ha quatre aspectes en la que molts professionals de la psicologia estem d’acord: Voler canviar la relació per amistat. Idealitzar la relació. Deixar-se portar pel ressentiment i la ràbia i reconèixer que l’amor per sí mateix no es suficient.

DESCONEXIÓ. Quan trenquem una relació surt allò de: “Sempre podem ser amics”. Doncs, no; sobretot al començament quan la ferida es molt dolorosa. En aquests moments l’única cosa que necessitem és cuidar-nos a nosaltres mateixos. En un futur, ja veurem si el temps acompanya i un cop desaparegut l’amor aquest es pot convertir en amistat o tot queda en el passat com una etapa superada. Ara és hora de aprendre a ser nosaltres el nostre propi amic. També podem confiar en alguna de les nostres amistats de confiança perquè ens recolzin o en els éssers estimats.

IDEALITZACIÓ. A vegades idealitzem a la parella i costa veure-la tal com és en realitat. És important recordar els motius. La ment no vol passar per aquest dolor i ens enganya mostrant més les coses bones que les dolentes i sorgeix l’enyorament. La nostàlgia està plena de pinzellades molt simples que ens impedeixen veure el passat amb exactitud. I el passat a vegades és trampós ja que ens mostra els fets disfressats i el passat vist així, no crea ansietat, però es tracta ni més ni menys que  d’autoengany.  Un bon exercici és fer una llista de les coses que ens han fet patir en la relació i llegir-la varies vegades fins que disminueixin els sentiments dolorosos. Es important no deixar-nos portar per la ràbia, d’aquesta manera s’accepta molt millor la ruptura i després arriba la calma i el perdó.

MADURACIÓ. Una de les coses que té el madurar és reconèixer que l’amor no es suficient per fer que una relació funcioni. Hi ha aspectes com els valors incompatibles, els moments vitals de cadascú de la parella, les decisions que prenem que ens alerten de que la relació no va bé. I la millor manera de demostrar que estimem tant a l’altra persona com a nosaltres mateixos es deixar anar a l’altra quan sabem que és el millor per ella. Això és un acte d’amor. Gran part del dolor és a causa de la pèrdua. Però si actuem d’aquesta manera altruista, l’altra persona no la perdrem mai perquè sempre formarà part de la nostra historia personal i amb el temps serem més equànimes i recordarem de forma objectiva les coses bones i dolentes sense que ens faci mal.

AUTOESTIMA. En aquests moments tant intensos i crítics el més important es l’autoestima. Estimar-nos a nosaltres mateixos, cuidar-nos i adonar-nos de la nostra valentia en donar aquest pas que requereix, fortalesa, autoestima i autoconcepte. Plantar cara al teu dolor i a la teva por faran de tu una persona lleial a tu mateix. Perdonar-te els teus errors passats, deixar de culpabilitzar-te i oblidar els retrets et convertirà en la millor versió de tu mateix, accelerant el teu procés de curació. Aquí es temps de trobar altres passions que potser hem oblidat i que podem tornar a practicar: altres amistats, altres habilitats. A mesura que la ment i el cor es van guarint se’ns presenten més oportunitats, sembla que això és un tòpic, però es real i té una part de base neurofisiològica. Marian Estapé Rojas, psiquiatra, diu que la nostra ment té prou poder per, si canviem la nostra actitud, atraure la sort i allunyar el drama. I, que la felicitat depèn del sentit que li donem a la nostra vida. Utilitzar la passió per enfocar-la en aquelles coses que desitgem, el primer pas per això, serà el nostre estat d’ànim i si aquest estat el modifico, transformaré la meva actitud. Part del nostre benestar no és tant el que ens passa si no cóm interpretem el què ens passa.

Dos vídeos que poden ajudar

Tips de la Marian Rojas que ens pot ajudar en la ruptura de parella.

https://www.youtube.com/watch?v=NcLqrcwZU-k

 

Relaxació guiada: 15 minuts

https://www.youtube.com/watch?v=ABZtPSFg5g8

 

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