Si no podemos cambiar
una situación siempre nos queda la
libertad de cambiar nuestra actitud.
Sabemos que es difícil
intentar definir qué es para nosotros “el
sentido de la vida”. Tal cuestión abarca matices filosóficos trascendentales y
morales. Por eso, a menudo, nos quedamos
en los tópicos de siempre: “ser feliz y hacer felices a los demás” “sentirnos
satisfechos” “hacer el bien”…
“El
hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia
mental, incluso en las más terribles circunstancias de tensión psíquica y
física.” Viktor Frank’l.
EL SENTIDO DE LA
VIDA. Muchas personas al intentar dar
respuesta a la pregunta ¿Cuál es tu sentido de la vida? experimentan un
profundo vacío existencial. ¿ Qué es para mí el sentido de la vida, si lo único
que hago es trabajar, si todos mis días son iguales y si en realidad no le
encuentro sentido a nada de lo que me rodea? Ante esta situación tan común, el
célebre psiquiatra, neurólogo y psicoterapeuta fundador de la Logoterapia,
Viktor Frank’l, solía dar una respuesta bastante acertada que nos invita a una
adecuada reflexión.
El ser humano no
tiene la obligación de definir el sentido de la vida en términos universales. Cada
uno de nosotros lo haremos a nuestra manera, partiendo de nosotros mismos, desde
nuestro potencial y experiencias, descubriéndonos en nuestro día a día. Es más,
el sentido de la vida no solo difiere de una persona a otra, sino que nosotros
mismos tendremos un propósito vital en cada etapa de nuestra existencia.
Lo importante es que cada objetivo nos confiera satisfacción y aliento para levantarnos por las mañanas y luchar por aquello que deseamos.
El libro “El hombre
en busca de sentido” de V. Frank’l inspiró a millones de personas a asumir una
actitud de decir Sí a la vida a pesar de todas las dificultades. Viktor Frank’l
un superviviente de los campos de concentración alemanes durante la Segunda
Guerra Mundial tuvo muy claro que su
propósito personal en este mundo no iba a ser otro más que el de ayudar a los
demás a encontrar su propio sentido de la vida, a elegir su camino. Él
explicó en sus trabajos que dicho objetivo lo llevaba a cabo partiendo de tres
puntos muy concretos:
Trabajar día a día con motivación, vivir desde la esfera del amor y tener coraje en cada momento para hacer frente a la adversidad.
Trabajar día a día con motivación, vivir desde la esfera del amor y tener coraje en cada momento para hacer frente a la adversidad.
¿Qué dimensiones serían las que cada uno de
nosotros deberíamos trabajar para hallar nuestros propios objetivos vitales?
VIVIR CON DECISIÓN
Todos lo hemos
visto alguna vez. Hay personas que aún en las circunstancias más complejas se
mantienen firmes, positivas y motivadas por muy oscura que sea su realidad.
¿Cómo lo hacen? ¿De qué material están
hechas sus células, su corazón, su sangre, sus sentimientos? En realidad, todos
compartimos unas mismas estructuras biológicas, pero lo que nos diferencia de
estas personas es su decisión. Estar decidido a lograr algo, a superar
cualquier obstáculo y a luchar por aquello que deseamos en cada momento, por
pequeño que sea, nos ayudará a tener claros nuestros propósitos vitales en cada
etapa de nuestra vida.
“Al hombre se le puede
arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección
de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias –para decidir su
propio camino” V. Frank’l
Frank’l explica en
su libro “El hombre en busca de sentido”
que no hay nada peor que percibir que nuestro sufrimiento no sirve de
nada, que el dolor no es más que el eco de la desesperanza. Sin embargo, si somos
capaces de encontrar un propósito, el
sufrimiento no solo podrá soportarse, sino que
se convertirá en todo un desafío.
Así, antes de
rendirse y de ver en el dolor un sinsentido, busquemos las fuerzas para ver en
él una finalidad, un propósito vital con el que alimentar la motivación y la
resistencia.
CAMBIAR NUESTRA ACTITUD PARA
ENCONTRAR UN SENTIDO A LA VIDA MÁS ELEVADO.
A veces la vida no
es justa, en ocasiones nos esforzamos hasta la extenuación, invertimos tiempo, energía,
emociones y un trozo de nuestro propio corazón y, sin embargo, el destino nos
trae un revés y todo esfuerzo, todo sueño, queda destruido. Venirnos abajo en estos casos es más que lógico y
comprensible. Ahora bien, cuando esto ocurra tenemos dos opciones:
· La primera, asumir que no podemos cambiar lo que nos ocurre, que
somos prisioneros de las circunstancias
y que no hay nada que hacer.
·
La segunda opción y la más
recomendable, es aceptar que,
efectivamente, no podemos cambiar lo que nos ha ocurrido, pero sí podemos
cambiar nuestra actitud hacia dichas circunstancias.
Así pues, debemos
ser capaces de aplicar una actitud más fuerte, resiliente y positiva para poder
así hallar un sentido de la vida más esperanzador, más elevado.
El SENTIDO DE LA VIDA NO SE
PREGUNTA, SE SIENTE. CADA PERSONA DEBE ENCONTRARLO EN SU INTERIOR.
Todas las
respuestas ante nuestras dudas vitales
no están en el exterior. Los libros no nos explicaran cuál es nuestro propio
sentido de la vida, ni tampoco nuestra
familia o amigos tienen derecho a dictarnos
nuestros propósitos. En realidad, todas nuestras necesidades, pasiones y
objetivos existenciales están en nuestro interior y lo que es más interesante
aún, irán cambiando con el tiempo a medida que maduremos, que crezcamos como
seres humanos.
Así que nada es tan
importante como asumir nuestra propia libertad y responsabilidad personal para definir
nuestras metas, esas que haremos nuestras aún en las peores circunstancias. Como
explicaba el propio Viktor Frank’l, cada día
y en cada momento tenemos la oportunidad de tomar una decisión, una
decisión que determinará si quedar sujetos a las propias circunstancias, como
un juguete en manos del destino o actuar con auténtica dignidad, escuchando a
nuestro verdadero yo.
Trabajemos en nuestra libertad
personal con valentía, con decisión.
Floren Solà. Soy psicóloga
y grafóloga.
La curiosidad por el conocimiento humano es mi cerradura particular, la Psicología es la llave, escribir un arte que estoy aprendiendo.
La curiosidad por el conocimiento humano es mi cerradura particular, la Psicología es la llave, escribir un arte que estoy aprendiendo.
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