INDEFENSIÓN APRENDIDA Y LA SITUACIÓN SOCIAL QUE VIVIMOS

 

EL EXPERIMENTO

Universidad de Pensilvania año 1967. El Psicólogo y profesor Seligman realiza su famoso experimento sobre la  “Indefensión aprendida”.




El experimento consistió en tres grupos de perros. Al primer grupo se le dio una estimulación absolutamente normal, es decir sin ningún tipo de estimulación aversiva. Al segundo grupo se presentaron descargas, pero se dispusieron unas palancas accesibles para que los animales las pudieran tocar y evitar esas desagradables descargas. Al tercer grupo no se les puso ninguna palanca por lo que no tenían forma de evitar las descargas. En algunas ocasiones del experimento algunos de los perros de este tercer grupo los pasaron al segundo grupo y otras veces eran devueltos al grupo tercero en el que se encontraban antes. Finalmente se llevaron a todos los perros de los tres grupos a una caja problema en la que tenían que saltar una valla para evitar una descarga eléctrica. Todos los animales aprendieron a saltar la valla para evitar las descargas excepto los perros del tercer grupo. Seligman, para validar el experimento y comprobar que no existía otra razón externa que contaminase el experimento, al tercer grupo de perros les administró una droga, se volvió a repetir todo el experimento de la misma forma y el resultado no varió. Los perros del tercer grupo no saltaban la valla que les evitaría las descargas, se quedaban inactivos en un rincón. 

 

¿Qué se descubrió en esos animales del experimento de Seligman? Se descubrieron una serie de características como la inhibición (equiparable a una actitud sumisa), pasividad (pretendían adaptarse a la situación porque no pensaban que tuviesen ningún tipo de control a ese castigo) impotencia delante de  una situación que se creía inevitable. Todo ello se convierte en creencias disfuncionales como Impotencia, Incompetencia, Depresión, Aislamiento, Estrés, Ansiedad y Desidia. 

SITUACIÓN SOCIAL ACTUAL

Ahora imaginemos que  ese mismo experimento se realiza con humanos. En lugar de utilizar descargas, se utilizan situaciones de MIEDO y ESTRÉS frente a las cuales, los sujetos no tienen ninguna salida.

Si comparamos este experimento con las campañas de terror por parte de los gobiernos y de los medios de comunicación nos daremos cuenta de que existe una gran similitud. 

El experimento de Seligman transportado a la población a escala mundial. 

Nos describen una situación de la cual no podemos escapar. Nos presentan a través de los medios, noticias e imágenes sobre situaciones catastróficas de personas enfermas, de personas que mueren. Nos presentan cifras en las cadenas de televisión. Nos dicen que cada día hay más muertos o más personas hospitalizadas. Todo ello conduce a la realización de acciones i/o de juicios con nosotros mismos y con los demás. En este caso son atribuciones generales que nos aplicamos a nosotros mismos en cualquier tipo de conducta, que tenemos que realizar, aquí entrarían todas aquellas conductas asociadas al trastorno obsesivo-compulsivo como por ejemplo el lavado de manos con hidroalcohol, el limpiarse los zapatos antes de entrar en casa, el uso de mascarillas, la desinfección constante de todo lo que traemos del exterior a en nuestra casa, aislamiento impuesto o voluntario. 

Esta atribución interna viene relacionada con una atribución externa, con esa percepción “del otro” como amenaza, siempre y cuando no siga nuestro mismo ritual.

Esto es un paralelismo entre lo que está viviendo la sociedad ahora mismo y lo que es la indefensión aprendida. 

Seligman descubrió que este tipo de aprendizaje, no solamente se realiza con vistas a entender la depresión, sino con vistas a entender las enfermedades mentales, fobia social, ansiedad, agorafobia. 

El resultado de esta reflexión es bastante inquietante porque nos encontramos delante de una sociedad verdaderamente enferma, no ya de depresión, sino de un tipo de enfermedad patológica asociada a la antropofobia, que es miedo al ser humano como portador de enfermedad y que deriva del resultado de todo este conjunto de actividades desarrolladas durante casi un año, con la intención de inocular e introducir el miedo en toda la población.


Es por tanto interesante que hagamos una reflexión sobre la indefensión aprendida y lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, al mismo tiempo que hacernos preguntas sobre si se trata de un experimento social i, si es así, con qué objetivo, quién mueve los hilos, a quién creer, cómo salir de ésta situación y qué acciones realizar. 

Todo ello desemboca en interesantes reflexiones que nos pueden ayudar a cambiar el paradigma actual.

Síntomas de la indefensión aprendida:

Sumisión

Creer no tener control

Tristeza

Miedo paralizante y  antropofóbico

Estrés

Depresión

Incapacidad de discernir y actuar





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