¿CÓMO IDENTIFICAR A LAS PERSONAS TÓXICAS?



 PERSONAS TÓXICAS



Esas personas que se empeñan en enturbiar el ambiente laboral. Se ha popularizado el llamarlas personas tóxicas. A mí personalmente no me gusta llamarlas así. Pero vamos a identificarlas.
Si bien las personas reactivas se caracterizan por su tendencia al conflicto o por su desidia y actitud pesimista, el tóxico va más allá. Busca decididamente hacer daño, imprimir sufrimiento o destruir moralmente a quienes les rodean.

Son abusadores insufribles que buscan cualquier oportunidad para inyectar frustración y amargura en quienes interactúan con ellos.

Para el reactivo tóxico ese menosprecio hacía el otro es un valor que hay que cultivar. Por ello no puede esperarse de ellos buenas reacciones, además cabe recordar que su estrategia es contaminar los ambientes con malas actitudes.



¿Qué caracteriza a una persona de estas características? Vamos a verlo:


1.    Desalentar a quienes lo rodean

2.    Poner en duda sus capacidades o sus valores

3.    Generar conflicto, malestar y mal ambiente.

4.    Disminuir la moral de quien le escucha.

La persona tóxica roba el amor propio, la dignidad y todo lo que le falta a ella misma. Su baja autoestima le lleva a dañar la autoestima del otro, afectando el autoconcepto que la otra persona tiene de sí misma sobre su viabilidad como individuo productivo.

La envidia lo corroe y eso le da una habilidad innata para envenenar cualquier ambiente en el que se encuentre, generando malestar e incomodidad.

Su actitud destructiva y egoísta busca la destrucción moral de las personas de su entorno y sobre todo las más competentes, con más carisma i atractivo.

Tiende a atacar a sus colaboradores que poco a poco se someten o se alejan del ambiente marchito que generan estas personas.

Veamos algunos consejos que  nos pueden ir bien para tratar con personas tóxicas:

Lo primero es detectar a la persona tóxica y evitar su trato ya que incluso sin palabras, sólo con la mirada, esa persona generalmente arrogante, despectiva, agresiva, arbitraria y autoritaria destila mucho veneno.

Si el contacto es absolutamente necesario no debemos olvidar que aunque sean pocas las palabras  que crucemos con ella, nos puede causar con su actitud una laceración emocional que puede durar varios días.
Pero si nos ha tocado en el trabajo esa persona tóxica como jefa, tendremos que ser hábiles y neutralizarla. Para ello nos serán útiles las siguientes consideraciones:
DECIDIR NO SER INTOXICADOS. VAMOS A VACUNARNOS. El ataque de la persona tóxica entra directamente  en nuestro sistema emocional, así que adoptaremos la decisión de frenar el efecto venenoso de sus palabras y actitudes concienciándonos bien de que no nos dejaremos afectar por un ser tan mediocre e insatisfecho. Será conveniente que miremos dentro de nosotras para hacer consciente todas esas habilidades, capacidades y virtudes que poseemos y que nos hacen tan atractivas para las personas normales y al mismo tiempo ser agradecidas.
RESPIRACIONES PROFUNDAS Y RELAJACIÓN. Si el ataque ha sido fuerte nada mejor que retirarse a un lugar aislado y realizar unas respiraciones profundas, de esta forma se neutraliza la alteración producida y se evita que el veneno nos afecte en nuestras emociones. También se puede analizar que emociones se han desencadenado, que es lo que sentimos y liberar esta emoción (hay técnicas muy eficaces, otro día hablaré de ellas)
EVITAR CAER EN SU JUEGO. Seguir su juego reactivo para no recibir muchas picaduras. Una medida consiste en aceptar las responsabilidades, ser amable y a la vez mantenerse distante. No debemos olvidar que a la primera  oportunidad la persona tóxica volverá a intentar someternos o victimizarnos.
INMUNIZARNOS CON SENTIDO DEL HUMOR. Se puede intentar neutralizar las palabras hirientes con imágenes mentales que ridiculicen a esa persona, sin que ella lo perciba.
PONER EN SU SITIO A LA PERSONA TOXICA. En realidad se trata de personas muy frágiles y su odio no es otra cosa que una forma de proteger su inseguridad. En el fondo ocultan un dolor o una frustración muy fuerte y toda la amargura que ha acumulado en su vida, necesita y desea compartirla con cualquier persona que esté a su alcance  y no para  sanarse sino para sumar más. Algo así como “si yo soy infeliz, todos deben ser infelices”

Por ello, a veces, una respuesta drástica y decisiva es la mejor opción, sin dejarse llevar por el conflicto. Y, no nos confundamos, si bien son personas que necesitan ayuda, también destacan, en ocasiones,  por su agudo sentido de la maldad.

Parejas, jefes o amigos, los reactivos tóxicos lejos de aportar, restan.
"Las personas pueden olvidar lo que les dijiste, las personas pueden olvidar lo que les hiciste, pero nunca olvidarán cómo los hiciste sentir" Maya Angelou.
    

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