GRAFOLOGIA. HABLEMOS DE LA FIRMA



GRAFOLOGIA. HABLEMOS  DE LA FIRMA . APUNTES (2)
 

Nuestra firma es nuestra imagen, el símbolo de nuestro “yo” y constituye nuestra personalidad. El estudio grafológico de la firma permite tener un buen conocimiento de ti misma/o.

Continuamente firmamos y no somos conscientes de la trascendencia de esta acción, pero, efectivamente, allí queda el reflejo más profundo de nuestra personalidad, de nuestro potencial de posibilidades.

 Así como el texto tiene una expresión más social, más orientada al receptor, la firma es nuestra marca, nuestra patente, nuestro testimonio.
Si nuestra firma está muy distanciada del texto indica que la intención tampoco está demasiado unida a ese texto, es como si nos desvinculáramos  de su contenido.
El retraimiento puede hacer que la firma se sitúe en el extremo izquierdo y también que se aprieten las letras entre sí, como si buscaran el calor unas junto a otras, incluso por temor o desconfianza a lo exterior. La expansión, en cambio, avanza hacia la derecha del escrito y desinhibe los movimientos  de forma progresiva. La seguridad da firmeza y la debilidad provoca trazos flojos e inconsistentes.

La rúbrica nació de las palabras latinas scripsit, firmavit, recognovit (escrito, firmado, reconocido) que se escribían en tinta roja como protocolo de la firma pero en su simplificación fueron reduciéndose, primero con meras iniciales, hasta llegar a constituir la rúbrica. Actualmente el dibujo de la rúbrica es un elemento simbólico que nos habla de los mecanismos de defensa del Yo íntimo, la forma con la que nos protegemos del exterior, por ello las firmas muy recargadas con rúbricas complicadas, nos indican también complicación en exceso de utilización de mecanismos de autoprotección, llegando a ser incapaz el individuo de ir de manera directa por la vida.

La simplificación, en cambio,  es buena, se aprovecha el trazo para que forme parte del siguiente, ello supone inteligencia, aunque si es excesiva la simplificación, por ejemplo en forma de hilo ilegible y evasiva, puede también indicar falta de compromiso. Si la firme es rápida y espontánea indica simplificación, concreción, inteligencia, aunque si es una velocidad precipitada puede constituir osadía y evasión.

La firma al igual que el test de familia, nos puede delatar, por ejemplo, un complejo de Edipo no liquidado en alguien que omite o minimiza el apellido del padre pero destaca el de la madre o, el que pone sólo el nombre porque quiere un trato más familiar, en contraposición al que pone sólo el apellido para dar más importancia a su rol social y profesional.

La persona que no se gusta tiende a tacharse, siendo ésta una forma de anulación. La persona megalómana exagera los trazos iniciales o toda la firma, siendo ésta desproporcionada. La persona meticulosa hace su firma pequeña, cuidada, a veces corrige por obsesión o porque es muy detallista.

 Que te parece si tú mismo/a haces tu propio estudio de la firma. Te animo a que lo intentes con el siguiente TEST, es muy fácil y te permitirá un conocimiento de tu personalidad.


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Fuente: Profesor Francisco Viñals. ICG.- Instituto de Ciencias del Grafismo AGC.- Agrupación de Grafoanalistas Consultivos de España

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