A VECES HAY QUE TOMAR DECISIONES QUE DUELEN AL CORAZÓN PERO TRANQUILIZAN AL ALMA


A veces hay que tomar decisiones que duelen al corazón pero tranquilizan al alma por saber que hemos hecho lo correcto.

Nuestras decisiones van tejiendo nuestro día a día, nuestra vida, nuestro destino. Dependerá de cada una de ellas, desde la más simple hasta la más compleja, como será nuestro porvenir. 
A veces evitamos aquello que creemos que nos va a doler emocionalmente y nos atamos a vivir experiencias que nos hacen daño, que nos aburren y que no nos dejan evolucionar. Nos instalamos en ese mundo pequeño y cuanto más tiempo permanecemos en él, más difícil es salir y continuanos aferrados a lo conocido  aunque ello nos cause sufrimiento y dolor.
Para mejorar vamos colocándonos paños de agua tibia, tratando de no tomar la decisión, una decisión difícil pero necesaria y que por apegos y miedos vamos aplazando.


“Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente”  (Paulo Coelho)

La vida a veces se complica y nos enredamos en caminos tortuosos, de tal forma que cuando queremos emprender otra dirección nos damos cuenta de que hemos levantado barreras, cavado zanjas y toda clase de impedimentos para tapar la luz de salida y cuanto más tiempo pasa, más difícil salir, lo cual nos lleva al desencanto y a la frustración. 
Pero una vez que nos damos cuenta de que un cambio es necesario, ya hemos dado el primer paso en nuestro camino y esto significa que nos hemos quitado la venda de los ojos, lo que sigue, aunque duro, no requiere de mayor esfuerzo que reconocer objetivamente la situación, decidirse, actuar y no mirar atrás, al menos en un primer momento.


Tomar decisiones trascendentales nunca es sencillo, abrirse a los cambios requiere fortaleza, incluso para las personas que están bien preparadas.
Pero la realidad apunta a que somos responsables de nuestro bienestar, de generarnos experiencias que nos hagan crecer y vivir desde el amor. Lo que hoy apartemos de nuestra vida y dejemos ir, quizá nos genere dolor, sin embargo si sentimos que hacerlo nos pone en línea con nuestro propósito de vida, no dudemos ni perdamos más tiempo en tomar la decisión que nos conduzca allí donde queremos estar.
La falta de decisión nos puede hacer perder oportunidades tanto de prosperar como de ser felices. Decidir es un acto de valor, es más que escoger entre una cosa u otra, es aceptar un reto, una responsabilidad y asumir valientemente las consecuencias de esa decisión.
Lograr cambios significativos en la vida es algo que no todas las personas logran porque muchas no están dispuestas a ello.
Tomar ese camino difícil, asumir riesgos y caminar por sitios no seguros es más dificil que transitar por caminos sencillos y conocidos, aunque el precio sea la infelicidad, el tedio y la frustración.
Levantarse, dar el primer paso y continuar pisando cada vez más fuerte es un acto de valentia que lleva a la realización de los sueños.  

“Es necesario correr riesgos, seguir ciertos caminos y abandonar otros. Nadie es capaz de elegir sin miedo.” (Paulo Coelho)

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